Seis cosas de ‘La casa de papel’ que ya ponen de los nervios - N Digital
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Seis cosas de ‘La casa de papel’ que ya ponen de los nervios

El atraco al Banco de España ya está en la segunda fase. Esto significa que se entra en la etapa más oscura y los atracadores tienen los nervios a flor de piel. Un servidor, también. Cada vez hay cositas que me sacan más de quicio en este producto tan bien empaquetado para arrasar en medio mundo y posiblemente aumentar todavía más su audiencia por un confinamiento que afecta multitud de países. Por ejemplo…

La voz en off de Tokio

¿Se puede saber desde qué punto nos cuenta la historia? ¿Cómo puede saber tanto de todo, incluso de los momentos más íntimos de los otros miembros de la banda? Incluso si estuviera muerta y hablando del Más Allá, difícilmente el fantasma de Úrsula Corberó tendría acceso a las informaciones del pasado del Profesor, la boda de Berlín y otras anécdotas que nos cuelan todo el rato. Omnisciente, omnipresente y omnitodo.

El fantasma de Berlín

Entiendo que Álex Pina se divertía escribiendo el papel de Berlín. Era el villano de la primera temporada, el que aterrorizaba a los rehenes de la Fábrica de Moneda y Timbre, pero el carisma de Pedro Alonso en la piel del personaje permitieron que se viera cierto corazoncito debajo de tanta actitud y toxicidad. Eso sí, mantenerle en la trama mediante flashbacks, donde de repente casi parece la mejor persona viva y el tipo más romántico desde que Hugh Grant interrumpió la rueda de prensa de Julia Roberts en Notting Hill, quizás sea demasiado. ¿Es hora de dejar que los muertos descansen, no?

Los flashbacks (así en general)

Y, a ver, no solamente es un problema de Berlín. La casa de papel tiene la necesidad de meternos flashbacks cada dos por tres y a veces resultan muy forzados. Eso sí, pueden resultar muy divertidos porque, cuando crees que ya no pueden rizar el rizo, ves en un instante del pasado que el Profesor había formado a los atracadores en técnicas básicas de cirugía. O, bueno, que resulta que habían entrado en el Banco de España con un hurón entrenado. O con un motor de barco. Si es que podría aparecer un tigre de Joe Exotic dentro del banco, obedeciendo las órdenes de Tokio mientras le acaricia la barriga, y seguro que encontrarían la forma de justificarlo con un flashback. Y esto los acepto. ¿Pero la boda de Berlín qué nos importa a estas alturas? ¿Y los monjes cantando música pop?

La sobreexplotación de Najwa Nimri

Cualquiera que hubiera visto a Najwa Nimri en Vis a vis sabía que es de las mejores actrices que existen para interpretar a una villana. ¿Pero es cosa mía o quizás el equipo de guionistas se excede a la hora de escribir el personaje de Alicia Sierra? Está bien que confíen en el carisma de la actriz y cantante para sacar adelante el personaje, que lo hace, pero hay momentos donde el volumen de mala leche de la interrogadora casi te saca de la serie, como si estuviera en otra serie más tóxica y allí fuera una parodia de villana.

Las rupturas

En mitad del atraco tiene que haber desavenencias y contratiempos para que la serie tenga tensión. Pero, lo siento, parece mentira que el Profesor pensase en meter una monada de hurón dentro del Banco de España y no se le ocurriera que necesitaban un especialista en terapias de pareja para lidiar con los atracadores. Es que, de verdad, parece mentira que todos no tengan nada mejor que hacer que ir cortando con los demás en mitad de la operación. Sí, chicos, esta es la receta del éxito para salir adelante.

Mención especial para Estocolmo, que se decepciona con Denver porque es agresivo con Arturito, que hace todo lo posible para que el atracador pierda los papeles. ¡Chica, que te enamoraste de un tipo que te tenía secuestrada y amenazaba con agredir a todos los rehenes! ¿Ahora te sorprendes porque puede ser violento?

Arturito

Es aparecer Arturito en una escena y querer entrar en el banco para robarle el bazoka a Tokio solo para hacer diana con este pamplinas que es una imitación barata del Tom Cruise de Magnolia. Sí, sé que está escrito para ser un incordio pero también representa mejor que nadie el relleno en La casa de papel.

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